La oposición sigue de Comisión
Si alguien pensaba
que la oposición en el Concejo Deliberante de Necochea iba a esperar tranquila
la decisión de la Suprema Corte Bonaerense sobre el conflicto de poderes y
mientras tanto trabajar por Necochea ayer sufrió un nuevo desengaño.
A la invitación del Intendente Municipal, Profesor Horacio
Tellechea realizada a los presidentes de los bloques, con el fin de comenzar un
diálogo político para trabajar por el distrito, le respondieron con una nota
convocando al Concejo en Comisión para el lunes 18.
Esta es la manera en que la oposición ha decidido destruir
la política y anteponer las cuestiones personales por sobre el bien común para
lo cual fue pensada la democracia desde la época de los griegos.
Ya sin tapujos han dicho lo que hasta hace algunos días se
decía en voz baja en los pasillos del edificio deliberativo: Hasta que no se
vaya Tellechea no aprobaremos ningún proyecto que presente el ejecutivo.
Pues bien, si la postura es ésta (y siguiendo este
razonamiento) los 12 concejales que votaron la destitución del intendente también
deberían tomarse licencia sin goce de sueldo hasta tanto la Suprema Corte resuelva
la situación.
Según las palabras de los concejales opositores es imposible
el diálogo después del alegato que ofreció Tellechea en la sesión del viernes 8
donde abundaron las calificaciones hacia los ediles de la Comisión
Investigadora. Resulta paradójico, dado que los opositores desde el mismo 30 de
diciembre del 2011 insultaron, sin mediar ninguna razón, a Tellechea y a la
investidura que éste ostenta.
Algunos ediles, pareciera, creyeron que eran los que
ostentaban el derecho de “ordenar”, “dirigir” y “decidir” la manera que debía
hacerse política en nuestro distrito. De qué manera debían realizarse las
políticas de estado y a quiénes debería designar el Jefe Comunal.
A partir de contar con 12 votos (mayoría automática), los
concejales opositores decidieron que ellos y solo ellos marcarían los tiempos políticos
de Necochea.
Pero se impusieron un objetivo mucho más grave en tiempos de
democracia: Decidir qué leyes acataban y qué leyes desechaban de acuerdo a sus
necesidades políticas.
Ignoraron descaradamente los límites que les impone la ley. Ley que no se arrodilla ante mayorías circunstanciales y que decidirá a través de su voz terrenal, que es la Suprema Corte de Justicia Bonaerense.
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