El Intendente de Necochea Daniel Molina volvió a atacar a un periodista local sin nombrarlo.

Lo hizo en el marco de un acto partidario, desmintiendo las informaciones dadas a conocer por un periodista sobre su pedido de licencia por razones de cansancio y agobio por la situación que vive la comuna.

También desmintió las informaciones sobre el fuerte déficit (que rondaría los 30 millones de pesos), de la Municipalidad de Necochea.

Por supuesto que en el ámbito de la democracia cualquier ciudadano, tiene el derecho a réplica sobre informaciones y comentarios que se hagan sobre su persona, el problema es la manera en que se responde.

Las palabras no fueron las más adecuadas para un dirigente político y sobre todo un Jefe Comunal al expresar que “si pueden coméntenle a mi amigo periodista que puede gastar toda la saliva que quiera y toda la pluma que se antoje que bien pagada estará por quién se la pague pero realmente ni yo, ni creo que ningún otro miembro de nuestro equipo y creo también la nueva comisión gozamos de buena salud”.

Estas no son palabras que debe utilizar un Intendente sobre un ciudadano, porque de esta manera los habitantes tienen el derecho de pensar que el propio Molina les paga muy bien a los medios afines a su gestión.

Poner en duda la información que se brinda bajo la sospecha de un pago es grave y en todo caso si hay pruebas de lo que se dice sería importante llevarlo a la justicia porque sería una falta grave por parte del periodista.

Igualmente, el Jefe Comunal reconoció que algunos comentarios hacen mella en su confianza sobre el cansancio o no que pueda sentir, lo que nos lleva a dilucidar que el periodista no estaba tan equivocado con la información que dio a conocer oportunamente.

Este es un nuevo capítulo de la falta de capacidad democrática que tiene Daniel Molina en aceptar las criticas y las informaciones fidedignas que se dan a conocer y que no desea que se sepan.

Desgraciadamente para el Intendente Molina, los periodistas estamos para indagar e informar sobre lo que pasa en nuestra comunidad. Le moleste a quien le moleste.