El periodismo debe tener dignidad.
Lo ocurrido el día martes 17 de junio en la conferencia de prensa del ex Presidente Néstor Kirchner hostigando a los periodistas presentes y menoscabando nuestra profesión fue una muestra de cómo el ámbito político cree que puede destratar nuestra profesión.
Y claro que tienen razón de pensar así. No hubo dignidad en ninguno de los periodistas presentes. Nadie se levantó y abandonó la sala de conferencia expresando su disgusto por las palabras y actitudes antidemocráticas, irrespetuosas del ex mandatario nacional.
En este caso no hay excusas, demasiadas hemos dado en el pasado reciente como para que sigamos justificando la falta de “dignidad” de quienes ejercen esta profesión.
¿Es mejor mantener un trabajo que hemos elegido pero desvalorizado, que trabajar con dignidad en otra actividad hasta que podamos desarrollar nuestra profesión como corresponde?
No podemos seguir anteponiendo excusas triviales ante el permanente menoscabo que hacen de nuestra profesión otros sectores de la sociedad que además necesitan de nuestro trabajo profesional ejercido con capacidad y sin presiones.
Fue lamentable la actitud de un ex mandatario elegido democráticamente hablando de los periodistas que cada día somos plebiscitados a través de nuestras labores en radios, televisoras, diarios, periódicos e Internet.
Creo que la labor más democrática es la de los comunicadores sociales. No pasa un solo día que no seamos auscultados sobre lo que pensamos, decimos e informamos.
Por eso mismo, sólo la defensa de nuestra dignidad nos permitirá ser honestos con nuestros pensamientos y nuestra acción.
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