No seamos cómodos
Como sociedad
debemos, de una vez por todas, dejar de ser cómodos, y cortarla con la histeria
histórica del dólar, para justificar cualquier aumento.
Desde el carnicero que justifica el aumento de la carne por
la suba del dólar, cuando los precios de los cortes que comemos los argentinos
se marcan en Liniers, y los cortes de exportación nosotros no los comemos ni,
aunque nos los regalen.
Nosotros seguimos comprando…
Las estaciones de servicio que se niegan a vender nafta y
gas oil cada vez que hay rumores de aumento del dólar, aunque no tenga ninguna
injerencia y cuando el petróleo y el dólar bajan, las empresitas YPF, AXION,
SHELL, ESSO, PETROBRAS, LAS DE LINEAS BLANCA… se hacen los giles.
Nosotros seguimos consumiendo…
El super e hipermercado, aumentan un 10 a 20 por ciento más
por las dudas. ¡Y viste, si no, no puedo reponer!
Nosotros seguimos comprando…
Hasta el kiosquero te cobra, 1, 2, 3 pesos por cada recarga
de los celulares… ¿Por qué? Andá a saber… Quizás la Libra Esterlina aumenta…
Nosotros seguimos pagando…
El gobierno te saca las retenciones, el gobierno te pone
retenciones. Te aumenta el monotributo. Te saca los remedios del PAMI. La luz
tiene un costo impositivo del 50 por ciento. Los legisladores se aumentan en
más del 100 por ciento las dietas.
Nosotros los seguimos votando…
Luego de este pequeño racconto realizado que muy poco más
para decir. Podríamos agregar más locuras inflacionarias más. Pero llega el
momento de hacer un balance y tener una definición.
La culpa la tenemos los ciudadanos argentinos. ¡Somos unos
GILES!
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