¿Seguimos en la Necochea del “NO”?
El pedido de habilitación municipal para la apertura
de un Mercado Integrador de Cadena Corta, cuyas siglas se conocen como MICC, ha
desatado una serie de reuniones, opiniones y posturas que nos recuerdan a la
Necochea que siempre primero dice que no, aunque no sepa de que se trata.
La ubicación del
emprendimiento pertenece a una zona que está abandonada hace más de 20 años, y
aunque pertenece a la Zona Industrial Portuaria, no impide la operatoria
portuaria y beneficia a un sector importante.
Los fundamentos
de quienes se oponen a su apertura, hasta el momento, no tienen demasiada
lógica, ya que son subjetivas y no basadas en problemáticas reales.
Que el sector
puede ser un sector importante de crecimiento portuario a futuro, queda
desdibujado ante la realidad del abandono claro por más de 20 años y sin un
solo proyecto presentado.
Otro de los
argumentos es que su apertura puede producir el cierre de comercios, situación
que ya se vislumbra sin que el MICC esté funcionando.
La explicación
que allí no se venderá solamente producción hortícola y frutas que se producen
en Necochea y la zona, sino también producción textil, que aquí no se fabrica
no tiene sentido, porque los comercios actuales que venden textiles están en la
misma situación.
Denunciar una
posible “Saladita”, dentro del Mercado es, al menos, irresponsable, como
suponer que sus propietarios van a impedir las inspecciones municipales, como
si se tratara de una posibilidad.
Desde esta columna
editorial, no estamos planteando la apertura, si o si, del MICC, pero no se
puede aceptar que las negativas sean tan airadas, y con fundamentos tan
débiles.
El principio
fundamental de la actividad privada, es la competencia, y hasta el momento, con
las presentaciones realizadas, no se puede decir que pueda ser desleal.
Si la ordenanza
que se apruebe para la habilitación de este tipo de emprendimientos es clara,
nadie tiene por qué oponerse, ya que la libertad de inversiones y de la
actividad comercial no se puede negar.
Incluso, habría
que recordarles a las autoridades de la Cámara Comercial e Industrial de
Necochea y Quequén, que es la entidad que más se opone a la apertura del
mercado, que años atrás terminó aceptando la aprobación de una ordenanza
confeccionada especialmente para Supermercados VEA. Que, vale recordarlo, no la
está cumpliendo.
Fue demasiado
virulento el ataque de los comerciantes que se niegan a la apertura del MICC,
como para pensar que sus argumentos se basan en la defensa de la economía
lugareña y no en sus propios intereses.
La declaración
de los daños económicos que este tipo de emprendimientos produciría en las
ciudades que lo permitan no tiene ningún sentido, si las normas son claras y se
cumplen los requerimientos legales que se exigen.
Incluso, hay
bastante hipocresía en algunas manifestaciones que se han escuchado en los
últimos días, porque no son pocos los que viajan a la CABA y ciudades del
conurbano a adquirir mercaderías en las que despectivamente llaman “Saladitas”.
Quién puede
asegurar certeramente que quienes desarrollen trabajos en el MICC, no van a
contar con los aportes legales, que no se vayan a pagar los tributos y que se
produzca abuso laboral.
Si eso
ocurriera, como ocurre en muchos emprendimientos actuales, es responsabilidad
de las autoridades competentes, no permitirlo.
Negarse a
inversiones en el distrito, no es el camino lógico. Y por lo que se ha podido
conocer públicamente y a través de los proyectos presentados, esta, es una
inversión positiva para Quequén.
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