Ni mercado, ni estado




En el país se discute sobre las bondades de los principios económicos keinesianos o del manejo económico de los mercados. En Necochea no existe esta discusión, porque no existe ninguna de estas opciones.

El estado de bienestar que interviene en todas las variables económicas fue llevado al extremo por el kirchnerismo en sus 12 años de gobierno y la libertad absoluta de los mercados lo está imponiendo nuevamente en el país el macrismo.

En Necochea ni el mercado, ni el estado han actuado a favor de la ciudadanía.

El estado se ha mostrado inoperante y ausente hasta el momento, al menos; y los actores del mercado (empresarios, inversores, economistas, etc.) no han estado a la altura de las exigencias.

Por tal motivo la actividad económica del distrito se ha estancado desde hace varios años, y el circulante es cada vez más escaso y no hay inversiones importantes.

Algunos dirán que las medidas que se han tomado desde el municipio no han favorecido el establecimiento de inversiones importantes, puede ser.

Pero las inversiones que se han realizado, tampoco han mostrado estar a la altura de un distrito con un fuerte potencial, que no es desarrollado desde hace años.

Como comentábamos en editoriales anteriores la fuerte industria siderúrgica que existió en Necochea no fue defendida como se debía haber echo y se permitió que se fuera extinguiendo sin ofrecer alternativas para que continuaran con su actividad.

No existieron políticas serias y responsables para que la industria de la pesca se afianzara definitivamente y tampoco los legisladores trabajaron con la responsabilidad que se necesitaba para revertir el éxodo hacia el sur del país por beneficios impositivos que allí se brindaban y que no se ofrecieron en nuestra provincia.

Mientras tanto el estado municipal se fue convirtiendo en un lugar de alojamiento para los distintos militantes que trabajan sucesivamente en cada elección general.

No hubo proyectos a mediano y largo plazo y cada vez más se dependió de la COPA, como le llaman al dinero que llega de provincia por la coparticipación y algunas migajas que entrega el gobierno central nacional.

Mientras Necochea como distrito produce miles de millones de pesos anuales, recibe limosnas.
Por eso, es que la dirigencia de todos los niveles, debe asumir la responsabilidad que a cada uno le corresponde.

No hay estado presente, ni empresarios comprometidos con las necesidades del distrito, y eso produce una anemia económica fuerte, que ha llevado a Necochea a una situación de parálisis económica total.

Con la necesidad que el gobierno actual pueda hacer su camino en los próximos meses debemos exigir que hacia fines de este año tengamos algún proyecto serio de inversión industrial que genere puestos de trabajo.

Todo tipo de inversión es importante, pero hasta el momento hemos conocido el interés de empresas vinculadas al juego y al servicio hotelero, además de un frigorífico de pollos.

Debemos lograr que alguna empresa de grandes magnitudes se instale en el distrito y, junto con las autoridades gestionen políticas positivas para, entre otros sectores, nuestra estación marítima.
Por ahora, ni el estado, ni el mercado están presentes en Necochea.






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