Las legislativas y los nervios
Esto es lo que se
pudo visualizar en la última sesión del Concejo Deliberante de Necochea, ante
las actitudes asumidas por los ediles Pablo Aued y Arturo Rojas de Unión
Peronista y de Alberto Esnaola de la UCR.
Los concejales de Unión Peronista continúan con la costumbre
de dar clases sobre cómo se debe expresar, dirigir y hablar en el cuerpo
deliberativo como “maestritos ciruela” sin aceptar que hay otras maneras de
trabajar en la lógica diversidad que existe en un cuerpo colegiado.
Por su parte Alberto Esnaola sigue con los ataques
permanentes a la figura del dirigente nacional del Frente para la Victoria
Roberto Porcaro, intentando que la comunidad se olvide de la alianza que formó
el radicalismo con el mismo dirigente en el 2007 para retener el municipio.
Sin dudas posturas que delatan el profundo nerviosismo que
existe en estos dirigentes que deben renovar sus bancas en este 2013, con
posturas agresivas y hasta un tanto burdas que han venido repitiendo desde la
derrota sufrida en las urnas en octubre del 2011.
Incluso el concejal Aued hizo futurología y proselitismo en
el seno del Concejo Deliberante al decir que “en las próximas elecciones” el
pueblo pondrá las cosas en su lugar. En realidad los habitantes de Necochea
pusieron las cosas en su lugar hace ya algún tiempo.
Sabemos que en cada año eleccionario la labor en el Concejo
Deliberante se hace un poco más difícil y todo está cruzado por la compulsa electoral pero es de buen político y demócrata dejar de lado las diferencias
partidarias y trabajar por la comunidad, este no es el caso de los concejales mencionados.
Hasta los mejores proyectos son subsumidos en la pelea
electoral y en los agravios sin sentido que se expresan permanentemente en cada
sesión.
De esta manera la discusión baja de nivel inexorablemente y
se convierte en una riña sin sentido donde se producen cruces dialécticos
mientras la comunidad espera por las soluciones que los políticos debemos dar
cotidianamente.
Los comités, las unidades básicas, los ateneos, los centros
culturales políticos y otros lugares son los ámbitos de discusión partidaria.
El concejo deliberante debe ser un ámbito de discusión elevada y de alta
calidad institucional que Aued, Rojas y Esnaola no cumplen.
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