Cuando los monopolios le dan la razón a Néstor Kirchner
El Grupo Clarín tiene entre sus productos a Directv. Y el sábado 10 de abril volvieron a mostrarse tal cuál son, "desesperados" por hacer dinero a cualquier precio sin importar lo ético que sea la medida que tomen. Durante todo el año la Liga Española de Fútbol se puede ver por ESPN o ESPN+ sin pagar ningún adicional a lo que se paga por el cable. Para ver el partido entre el Real Madrid y el Barcelona sólo lo podían ver los que tenían Directv. Cablevisión y Multicanal (también del Grupo Clarìn lo pasaron diferido el domingo11).
Sin dudas, que esta actitud justifica varias de las medidas adoptadas por el gobierno de Cristina Kirchner y aumenta la necesidad de pedir la vigencia de la Ley de Medios que fue votada por el Congreso Nacional y bloqueada por el Poder Judicial.
Se sabe, sin dudas, del poder económico que tiene el Grupo Clarín, pero se hace más ostensible y desagradable cuando el dinero está en juego y tratan por todos los medios de apropiarse de lo que no les pertenece.
Es lógico que cualquier empresa intente proteger lo que produce y reciba por su utilización lo que le corresponde por ser autor de ese producto.
Ahora, cuando intentan (y muchas veces lo logran), apropiarse de actividades que otros producen, realizan y sostienen es inadmisible.
Intentar permanentemente apropiarse y usufructuar actividades como el fútbol (más allá del pago de dinero por la transmisiòn exclusiva), es inadmisible.
Sobre todo cuando se escucha por parte de los profesionales que trabajan en esos medios hablar de la libertad de expresión, de la importancia que tiene el acceso a todo tipo de información para una mejor calidad institucional y democrática.
Por supuesto, que ver o no ver un partido de fútbol no hace a la realidad social o educativa de nadie, pero es un ejemplo que si se lo deja avanzar luego termina en la apropiaci´`on de todo tipo de expresión cultural.
Muchas palabras y pocas realidades por parte de los grandes comunicadores sociales que se razgan las vestiduras defendiendo la libertad de prensa y cuando el holding en el que trabajan logra usufructuar para su beneficio toda actividad de masas no dicen absolutamente nada.
Muchos dirán, "son empleados", perfecto. Pero entonces no hagan de la ética un discurso tan vacío. Porque cuando queremos ofrecerles a nuestros jóvenes ejemplos de rectitud, hombría de bien y dignidad, nos encontramos que nos contraponen en sus respuestas estas actitudes que son socializadas y aceptadas como valederas y positivas porque el éxito todo lo justifica.
Entonces, deberíamos realizar una análisis sobre "a qué le llamamos éxito" que se extendería mucho más allá de lo que intenta analizar este escrito.
Pero, si éxito es tener fama y dinero, entonces hagamos del Grupo Clarín y sus "empleados del mes", la meta de nuestro país.
Si en serio, queremos que el éxito se base en el trabajo, el estudio y el análisis desapasionado de la realidad sigamos el ejemplo de nuestros maestros y profesores que cada dìa deben luchar contra una realidad cada vez más dura y difícil y que se muestra crudamente entre las cuatro paredes de un aula en cualquiera de los niveles educativos de cada una de nuestras provincias.
Allí, sin más bronce que el día a día, encontraremos los verdaderos héroes diarios que siguen luchando contra una sociedad que cada vez le da menos importancia a la educación y más a la farandulización de la vida.
Sin dudas, desde un hecho quizás menor, los monopolios nos dieron la razón a los que queremos la implementación sin más dilación de la Ley de Medios votada en el Congreso Nacional.
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