Horacio Castelli

Carlos Menem durante su gobierno mal vendió las empresas nacionales con la excusa de pagar mejor a los jubilados y docentes, resultó una falacia. Ahora los concejales del Partido Fe a través de su vocero, el concejal Pablo Aued, pretenden imitarlo con la intención apenas disimulada de vender a empresas privadas lotes del Parque Miguel Lillo. En una entrevista radial realizada ayer por la tarde, el edil expresó (lo escuché, por eso lo afirmo) que si se venden las tierras del Parque Miguel Lillo a empresas privadas ese dinero serviría para mejorar la salud del distrito y mejorar el servicio de agua potable. El mismo discurso, las mismas ideas y, seguramente, el mismo final. Mal vender un espacio público para siempre y “solucionar temporalmente” nada o casi nada. ¿Porqué a los inversores privados les vamos a entregar lo que costó tantos años crear y mantener (en estos momentos se podría decir: mal mantener), en lugar de promover la compra de tierras privadas u oficiales para qu

“Fuimos ejemplo de honestidad  y trabajo al igual que Illia” Indicó Gonzalo Diez en el homenaje del Radicalismo local a Arturo Illia. Será seguramente uno de los mejores chistes del año que recién comienza. A esta altura es seguro pensar que al concejal radical le gusta sumar frases incoherentes. Comparar el nefasto gobierno del radicalismo de Daniel Molina con el trabajo serio, honesto de Arturo Illia es una fantochada más de este grupo de políticos mediocres que ha dado el partido de Yrigoyen en Necochea, en los últimos años. Ya que Gonzalito Diez abrió el tema, hagamos comparaciones entre un gobierno y otro: ILLIA: Respetar las autonomías provinciales. MOLINA: No dio elecciones para delegados como lo había prometido. 8 veces lo negó. ILLIA: Anulación de los contratos petroleros con las empresas extranjeras. MOLINA: Contratos para tercerizar los servicios con altos costos para el erario municipal. ILLIA: Ley de Medicamentos que señalaba el carácter de b

Después de 27 años de la desaparición de Adriana Celihueta solo queda una fea sensación: que la IMPUNIDAD venció, al menos por ahora, sobre la verdad de un delito que tuvo muchos encubridores. Todos los caminos siempre llevaron a la misma persona, pero la justicia y el mundo político se encargaron obstinadamente en desviar la atención hacia otros objetivos de investigación que por supuesto fueron en vano. La permanente búsqueda que nunca fue abandonada por su familia mantiene viva la esperanza de arribar en algún momento a la verdad de un hecho que avergüenza a los habitantes de Necochea. Muchos se hicieron los distraídos, muchos trabajaron denodadamente para que no se descubriera la verdad. Las carreras cuadreras, siempre fueron el epicentro de las pocas investigaciones serias que se encararon en algunos momentos de la causa, justamente allí parece estar el punto de inflexión que genera una serie de encubrimientos y silencios que hacen rememorar el accionar de la mafia d

Los honestos necesitamos convicciones y perseverancia para enfrentar el entramado que los delincuentes arman para realizar sus actividades fuera de la ley. Porque  solos no pueden, necesitan sin dudas de los incrédulos y los interesados para lograr sus objetivos. Lo sucedido con el intendente Horacio Tellechea es claramente una maniobra orquestada por aquellos que necesitaban que todo siga igual, que nada altere el statu quo que vienen manejando desde hace décadas en Necochea. La irrupción de Tellechea modificó bruscamente el escenario que tan bien habían armado quienes viven del estado municipal y le extraen todo lo que pueden desde hace años. Medios de comunicación, que han sido subsidiados por todos los gobiernos municipales para abonar los sueldos de sus empleados. Políticos que han realizado “acuerdos” permanentes para sostener su sueldo o dieta que les permita vivir cómodamente. Empresarios que recibieron obras y concesiones sin competir con nadie armando e